La digitalización del sector educativo
Vivimos en una época marcada por la tecnología, donde la innovación es un must para el crecimiento de toda empresa u organización. En este contexto, el sector educativo no es la excepción. La digitalización del sector educativo es un proceso que lleva años y, gracias a esto, han podido recolectar más y más datos relacionados con su negocio. No en vano, aunque aún está dando sus primeros pasos, son muchos los expertos que vaticinan que el Big Data supondrá una auténtica revolución en el ámbito educativo. Sin embargo, este nuevo paradigma supone, a su vez, un reto para todas ellas: ¿Qué hacer con toda esta información?, ¿Cómo analizar y cruzar datos sobre leads, redes sociales, matriculaciones, alumnos, plataformas de gestión?
La respuesta radica en el Big Data, en el conjunto de tecnologías y prácticas que hacen posible tanto el almacenamiento y tratamiento, como el análisis de grandes cantidades de datos. Si logramos interpretar los datos, tomaremos mejores decisiones, seremos más eficientes y podremos ofrecer un mejor producto o servicio.
¿Cómo podemos aplicar todo esto a una universidad?
En la actualidad, uno de los fenómenos que más está afectando a los analistas de datos es la omnicanalidad, lo que dificulta la unificación de la información. Las universidades reciben potenciales leads desde redes sociales, correo, sitio web e incluso en ferias. Juntar toda esta información puede llevar tiempo que podría ser invertido en otras tareas.
Recientemente, tuvimos la oportunidad de trabajar junto a EDEM, escuela de negocios orientada a formar estudiantes, emprendedores y empresarios, en el desarrollo de su herramienta móvil. La experiencia de trabajo con su equipo ha sido todo un lujo del que hemos podido aprender la importancia de la digitalización del sector educativo y el valor añadido que aportar nuestra solución. Ellos mismos nos comentaban:
“Trabajamos con muchísimos datos de la parte de ventas, desde aperturas hasta cierre de negocios, desde leads hasta que se convierten en alumnos. Esta información nos generaba dos problemas: desactualización de los datos en planillas de Excel y muchas personas consultando por la misma información”
En este ejemplo podemos ver claramente la importancia de una correcta visualización de los datos. Podemos tener todos los datos de todas las fuentes, pero si perdemos tiempo buscándolos y tratándolos por estar dispersos, y al final no puedes comunicarlos, de nada sirve tener esta información. El dato debe ser accionable, debe ser comunicado para provocar una acción, debe generar una consecuencia.
En un único dashboard podemos obtener una vista clara del FUNNEL de ventas. Desde la atracción de los potenciales alumnos hasta la conversión al momento de matricularse. A través de gráficas, de un solo vistazo, visualizamos aquellos cursos en los cuales estamos perdiendo oportunidades de convertir o, por el contrario, aquellas que tienen altas tasas de conversión.
La visualización de los datos
La visualización de los datos en un panel con gráficas, barras, colores, nos ofrece infinidad de posibilidades. Podemos conocer cómo va el desempeño general de la institución, así como los datos de cada carrera o máster, clase e incluso de los alumnos. Conocer en qué punto los alumnos comienzan a abandonar los cursos, para estudiar si el plan de estudio es el correcto, observar qué días se producen la mayor cantidad de ausencias, saber a qué dificultades están enfrentando y en qué preciso momento. Queremos ayudar a prevenir antes de que la reacción sea obligada. El análisis masivo de información permite realizar diagnósticos en tiempo real, por lo que supone una herramienta importante para detectar casos de alerta o motivos de atención y actuar antes de que el problema llegue.
Pero también podemos hablar de desarrollos orientados a los profesores y alumnos. Así, por ejemplo, hemos desarrollado aplicaciones móviles para los comerciales de empresas como Grupo Pamesa o Embutidos Martínez. Ejemplo que podría ser perfectamente replicable a una institución educativa.
Vía app móvil, podemos lanzar alertas, ya sea a los profesores como a los alumnos. Notificaciones push, programas o puntuales, que notifiquen sobre recordatorios de clases, incidencias como cancelaciones de una materia o cambios de última hora en el dictado de clases.
Buscamos, simplemente, poner los datos y la tecnología a beneficio de las personas. Los datos por sí solos no son nada, pero esos mismos datos analizados a fondo se convierten en un tesoro en forma de información fiable que, en la búsqueda de la digitalización del sector educativo, pueden marcar la diferencia y ayudar a las instituciones a tomar las mejores decisiones.