La transformación digital
No hay duda que la tecnología forma parte de nuestro día a día y en cualquier ámbito, tanto el profesional como el personal. La transformación digital ha cambiado nuestra día a día: nos comunicamos a través de aplicaciones de mensajería instantánea, hacemos deporte con pulseras que monitorizan nuestra actividad, hacemos la compra desde el teléfono móvil, vemos películas y series a través de plataformas de streaming, etc.
En los últimos años hemos experimentado un cambio increíble en nuestra forma de consumir el ocio y, como no, también en nuestra forma de trabajar. Además, este proceso se ha visto acelerado en el último año ante el paradigma que nos ha tocado vivir en el que hemos tenido que hacer frente a una pandemia sin precedentes que nos ha hecho cambiar de forma drástica nuestro modo de concebir el trabajo: teletrabajo, reuniones telemáticas, necesaria coordinación de equipos a distancia, etc. Sin duda, un reto para cualquier compañía. Y una llamada a la adaptación a las nuevas tecnologías, sin opción a quedarse atrás.
Una aliada para obtener una mayor rentabilidad y mejorar la experiencia del cliente
¿Por qué razón ha ocurrido esto? Muy sencillo, porque la digitalización nos facilita la vida, nos permite ser más eficientes, realizar las tareas mejor y más rápido. Con las empresas sucede lo mismo; es una aliada para obtener una mayor rentabilidad y mejorar la experiencia del cliente, entre otros, aunque bien es cierto que, actualmente, se ha convertido indiscutiblemente en una necesidad para continuar siendo competitivas. Mucho se ha hablado en los últimos años de digitalización, compañías data driven, transformación digital. Pero…
¿Qué es la transformación digital?
Lo primero que hay que tener claro es que la digitalización de una empresa no solo consiste en implementar tecnología en la organización. Supone un nuevo paradigma, un cambio de mentalidad en la cultura corporativa.
Tanto los directivos como los empleados, deben tener presente que la tecnología tiene que estar al servicio de unos objetivos claros de innovación y eficiencia, en consecución con los objetivos de la entidad. Un estudio realizado por MIT Sloan Management Review y Deloitte University Press, que recoge la opinión de prácticamente 5000 empresarios en más de 100 países, prioriza la estrategia por encima de la tecnología y la cataloga como pilar fundamental de la transformación digital.
No es suficiente con informatizar o hacer marketing digital. Se debe lograr que cada departamento se sume a esta transformación digital, contar con una plantilla formada en este entorno digital y establecer los mecanismos de planificación y mejora que este nos ofrece.
¿Qué beneficios tiene la transformación digital?
La primera ventaja es clara: mejora la rentabilidad de nuestro negocio, lo que supone alargar la vida de la empresa. Ya en 2016, un informe presentado por CA Technologies, apuntaba que las empresas españolas que decidieron aplicar la tecnología y la innovación a sus procesos lograron aumentar sus ventas en un 39%. Si este dato de hace cinco años ya es esclarecedor, imaginaos ahora.
La digitalización mejora una serie de factores que, finalmente, convergen en la mejora de la rentabilidad:
- Comunicación con los clientes
Con un trato más cercano y directo con los clientes, obtenemos un mayor conocimiento de estos. Cuanto más conozcamos a nuestro público, mejores productos y servicios podremos ofrecerle, ya que podremos personalizarlos basándonos en la información obtenida.
Acercar la propuesta de valor al público con formas menos abusivas e intrusivas que las técnicas tradicionales
Y no solo mejorar nuestro producto o servicio, sino también generar nuevas experiencias con el cliente e, incluso, identificar nuevos modelos de negocio, oportunidades o fuentes de ingresos. Supone acercar la propuesta de valor al público con formas menos abusivas e intrusivas que las técnicas tradicionales.
2. Monitorización
Una de las piezas clave de la digitalización es que esta nos permite realizar un análisis exhaustivo del conjunto de procesos que conforman la actividad de una empresa, incluyendo tener una visión más clara del rendimiento de los empleados. Podremos saber dónde fallamos, qué aspectos potenciar y cuáles desechar, lo que provoca una reducción considerable de los costes.
En esta nueva era, los datos son el activo principal de una empresa y la forma de consumirlos clave en el éxito. Gracias a los datos, no se deja nada al azar y podremos anticiparnos a los cambios observando cómo evolucionan cada uno de los parámetros. Es decir, seremos más ágiles, tomaremos mejores decisiones y tendremos una ventaja competitiva frente a aquellas empresas que no hayan decidido realizar el cambio.
3. Empleados
De cara a los empleados, al igual que con los clientes, la tecnología permite una relación más estrecha. Habrá una mayor comunicación entre los departamentos, lo que facilita la cooperación, una visión de conjunto y un entendimiento mayor de la estrategia.
No nos debemos olvidar que el bienestar de los empleados es un factor decisivo para la productividad. El psicólogo y profesor de Harvard Shawn Anchor, relata en su libro “La felicidad como ventaja” que la productividad de los trabajadores mejora en un 31% si éstos son felices. Las empresas que apuestan por la tecnología les permiten ser más eficientes, fomentar la inquietud por seguir formándose y automatizar procesos tediosos y repetitivos, mejorando, por tanto, la comodidad del trabajo. En este sentido, soluciones como Sesame HR se posicionan como líderes en el sector aportando una solución 360 en el sector de los Recursos Humanos.
Además, un entorno digital e innovador facilita la captación de personal mejor cualificado, puesto que estos perfiles están íntimamente relacionados con un alto conocimiento tecnológico y buscan empresas que les permitan desarrollar estas habilidades. Nadie quiere prosperar en una empresa que se haya quedado obsoleta.
IDC Research España estima que el valor económico de la transformación digital supondrá más del 20% del PIB mundial. ¿Y tú? ¿Te quedarás atrás o te sumarás al cambio?
