Los datos en el deporte: una jugada maestra
La gestión de datos en el mundo del deporte supone una auténtica revelación. Ya no solo por su contribución en la mejora de estrategias tácticas, eficacia defensiva, diseño de planes de entrenamiento personalizados y predicción y prevención de lesiones; sino que es una oportunidad de mejora más allá del campo de juego. Optimizando la toma de decisiones en muchas cosas que ocurren alrededor de cada partido: venta de entradas online y offline, ocupación de gradas, venta de merchandising en la store, actividad en redes sociales en real-time, etc.
En el mundo del deporte cada segundo cuenta, así que definir y rentabilizar cada jugada, cada golpe y cada movimiento es crucial para garantizar la victoria. Además, es una forma de mejorar el rendimiento de los deportistas y su salud.
Más de 8 millones de datos por partido: el reto de la gestión de datos en el deporte.
El Bull Market on data, tal y como lo califica el Sports Business Journal. Y no es para menos. Hasta hace unos años se comprendía que los datos son importantes para el mundo deportivo. Aunque aún no se supiera muy bien cómo aplicarlos.
Con tal vorágine de datos, debemos ayudarnos de herramientas que nos ayuden a interpretar y tomar buenas decisiones, para superarnos partido tras partido y mejorar nuestro posicionamiento. Además, el ojo humano solo es capaz de retener el 30% de lo que pasa durante el juego. Así, el dato es un aliado, una oportunidad de revolución en la industria del deporte. No debemos dejarlo a un lado.
Son muchos los equipos que están contratando a especialistas en Big Data para dar sentido a los datos y obtener, gracias a ellos, una ventaja competitiva frente a otros equipos y clubes. Y es que, en un evento deportivo como puede ser un partido de fútbol o baloncesto, pueden llegar a generarse más de 8 millones de datos.
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Estamos ante una realidad de un entorno digital creciente en la que, además, existe una fuente de generación de datos procedentes de cámaras de inteligencia artificial. El horizonte está plagado de novedades y opciones. Y estos datos tienen una gran repercusión en el deporte, ya no solo en el modo de jugar y estudiar las jugadas de los atletas; sino que se trata de una forma de acercarse más a la afición, de que ésta conecte más con los jugadores (vía tarjetas de intercambio digital, videojuegos, NFT, apuestas deportivas…). El apetito por usar los datos, en definitiva, es una realidad.
Moneyball: los datos protagonizan Hollywood
El uso de los datos en el deporte también ha llegado a las pantallas de cine. Seguro que te suena la película Moneyball, protagonizada por Brad Pitt. Esta película de 2011 recreó el trabajo de Billy Beane como director general de los Oakland Athletics (equipo de béisbol). En la película se ve cómo gracias a métodos estadísticos por ordenador se coordinaba a los jugadores. ¿El objetivo? Construir un equipo altamente competitivo usando los menores recursos económicos posibles.
Moneyball se convierte, sin duda, en un testamento cinematográfico de cómo la revolución de datos en el deporte no solo transforma los estadios, sino que también llega a las narrativas de Hollywood, consolidando la idea de que, en el deporte y más allá, la buena gestión del dato es clave para desbloquear estrategias innovadoras y alcanzar grandes metas.
Estrategas deportivos: el dato como palanca en el terreno de juego
El mundo del deporte se ha transformado gracias al uso inteligente de los datos. Desde las canchas hasta los tableros de estrategia, el dato se ha convertido en la palanca distintiva que convierte el juego en el campo en una jugada maestra.
Cada estadística, cada análisis, cada predicción se han vuelto herramientas esenciales para los equipos que buscan la excelencia. La adopción de la analítica deportiva hace que los estrategas no solo mejoren su toma de decisiones, sino que también dan forma al futuro del deporte, llevándolo a nuevos hitos de rendimiento y emoción.
Lo hemos visto tanto en el cine como en la realidad de los estadios. Queda claro que el papel del dato como facilitador de éxitos deportivos está lejos de ser secundario. Es la fuerza impulsora que redefine el juego, la estrategia y la victoria. Es una palanca para ganar partidos, pero también para dar forma a una nueva era de innovación y competitividad en el apasionante mundo del deporte.
Con cada clic y cada análisis, los estrategas deportivos escriben un nuevo capítulo en la historia del juego, donde los datos en el deporte no solo son una herramienta, sino la clave maestra para desbloquear el potencial del rendimiento atlético.